jueves, 13 de diciembre de 2018

Ronualdo, el Príncipe Sapo




Ronualdo creció y vivió pensando que en realidad era un príncipe atrapado en el cuerpo de un sapo. 

Estaba tan convencido de ello que caminaba erguido, se mantenía a dieta de moscas y perseguía sin parar a princesas para que le dieran un beso, que acabara con su embrujo.

Una noche de lluvia apareció en el bosque Ernestina, una de las hijas del rey, danzaba haciendo eses y no paraba de reír... ¡esta es la mía! pensó el sapito y se lanzó de un salto a los morros de la embriagada princesa.

-¡Muaaaaah!

-¡Ahhhhh!!- Gritó la pobre princesa que se fue a toda prisa hacia el palacio.

Ronualdo, extasiado por la alegría de haber conseguido al fin su meta, esperó unos minutos a que el embrujo desapareciera. 

Pero cuando llegó el amanecer, una idea escalofriante atravesó su ser... 

¿Y si en verdad era un sapo?

Cabizbajo comenzó a caminar... ya no iba erguido y una mosca que pasaba por allí, acabó en su boca.

Pasaron los días y el sapito desaliñado deambulaba sin rumbo... 

Caminando, caminando... llegó a una charca donde se encontró con una ranita con la que había charlado alguna vez:

-¡Uy Ronualdo!! ¿qué te ha pasado?

-Nada, soy un sapo, solo eso...

-Vaya, qué pena, pensaba que eras diferente… siempre me gustaste con tu forma de hablar elegante, tu postura hermosa... Es una lástima que al final resultaras igual que los demás, ¡chao! -dijo la ranita mientras se alejaba de nenúfar en nenúfar.


Entonces otra idea alcanzó a Ronualdo...

Quizá no podría llegar a ser nunca un príncipe humano, pero sí podría seguir siendo...

¡Un príncipe Sapo!


~ FIN ~


En esta ocasión os traigo un cuento un poquito más infantil que escribí hace muchos años, espero que os guste aunque es muy sencillito y corto. Es uno de los primeros cuentos que narré a los niños en el centro para explicarles de alguna forma aquello tan antiguo de: 

“Si la vida te da limones, haz limonada”.

Hoy es 13 de Diciembre otra vez  :) y aunque esta tarde me toca trabajar y el día está oscuro y lluvioso, quiero disfrutarlo al máximo.


¡Hasta el próximo día!